Tango de vuelta


[Fragmento]


Definición:
Tango: Baile rioplatense, difundido internacionalmente, de pareja enlazada, forma musical binaria y compás de dos por cuatro.
En la jerga popular Argentina Tango también quiere decir drama.



Estaba segura de que la puerta se había abierto abajo, que Milo había entrado en la casa, en la pieza de Flora, que estaría hablando con Flora o ya habría empezado a desnudarla porque para Flora esa tenía que ser la única razón de que Milo estuviera ahí, que ganara acceso a su pieza para desnudarla y desnudarse besándola, dejame, dejame acariciarte así, y Flora resistiéndose y hoy no, Simón, tengo miedo, dejame, pero Simón sin apuro, poco a poco la había tendido cruzada en la cama y la besaba en el pelo, le buscaba los senos bajo la blusa, le apoyaba una pierna sobre los muslos y le sacaba los zapatos como jugando, hablándole al oído y besándola cada vez mas cerca de la boca, te quiero, mi amor, dejame desvestirte, dejame que te vea, sos tan linda, corriendo la lampara para envolverla en penumbra y caricias, Flora abandonándose con un primer llanto, el miedo de que algo se oyera arriba, que la señora Matilde o Carlitos, pero no, hablá bajo, dejame así ahora, la ropa cayendo en cualquier lado, las lenguas encontrándose, los gemidos, no me hagás mal, Simón, por favor no me hagás mal, es la primera vez, Simón, ya se, quedate asi, calláte ahora, no grites, mi amor, no grites.

Gritó pero en la boca de Simón que sabía el momento, que le tenía la lengua entre los dientes y le hundía los dedos en el pelo, gritó y después lloró bajo las manos de Simón que le tapaban la cara acariciándola, se ablandó con un -Mamá, mamá, un quejido que iba pasando a un jadeo y a un llanto dulce y callado, a un querido, querido, la blanda estación de los cuerpos fundidos, del aliento caliente de la noche. Mucho más tarde, después de dos cigarrillos contra un apoyo de almohadas, de toalla entre los muslos llenos de Vergüenza, las palabras, los proyectos que Flora balbuceaba como en un sueño, la esperanza que Simón escuchaba sonriéndole, besándola en los senos, andándole con una lenta araña de dedos por el vientre, dejándose ir, amodorrándose.


Queremos Tanto A Glenda; Julio Cortázar.

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