Paris de mon amour.



Mas rápido de lo que habíamos soñado 
estábamos viajando por todo París
de extremo a extremo,
desde la Vitry-Sur-Seine
hasta Gonesse.

Era el fin del verano
hacía calor, pero no tanto que no pudiéramos soportar.
En estos días París estaba sobre poblada, 
aunque ciertamente, no conozco una época del año
donde la gente no quiera venir a París.
Sentarnos a comer en la Place de la Concorde era correr un riesgo demasiado grande.

Era un mal día, muchos turistas, que vienen que van, 
excluyéndonos, porque ya nos sentíamos parte del lugar.
Entonces Marcel recordó una pâtisserie que había visitado el verano pasado,
el lugar estaba en la Rue du Bac, Pâtisserie des Rêves, 
Marcel tenía razónel viaje en bicicleta había valido la pena.
Todo esto de andar en bicicleta es porque nos habíamos prometido no usar automóviles si queríamos disfrutar de París íntegramente
Acordamos que París debía de ser admirada y recordada en cada detalle.
Lo que mas amábamos de todo esto, eramos nosotros mismos,
no habían dos como nosotros en todo París, en toda Francia, ni siquiera en toda Europa.
Los atardeceres nos atrapaban siempre en las calles, agarrados de las manos,
en París el sol era dorado 
y al caer la tarde, decoraba todos los edificios y las calles de un mismo color destellante.
Era entonces cuando volvíamos a nuestro pequeño chalet,
algunas noches si no estábamos muy agotados de nuestras largas caminatas,
eramos los primeros sentados en las filas de la cinemateca, 
viendo alguna película extranjera en un idioma que no entendíamos,
quemando nuestras pupilas con las primeras imágenes frescas que salían del proyector 
por encima de nuestras cabezas y luego proyectada hacia nuestros ojos.
Me gustaba la compañía de Marcel, 
especialmente cuando era una película melodramática de las que me hacían llorar. 
Marcel y yo,
estábamos perpetuados en la memoria de París, como dos amantes, 
con noches llenas de blueberry pies y helados de vainilla, 
con olor a vino por las noches y a café por las mañanas, 
que el amor se hace mejor si estás en París, pero mucho mejor si yo estaba con Marcel.

Sinny.

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