no paso mucho tiempo antes de tenerla en mis brazos,
no hace falta contar como ni porque, ella estaba sola y yo también.
Solo se que antes de despertar ella estaba en mi cama y se fue con el sol,
sin decir adiós, solo vi su espalda blanca marcharse,
a pesar de que le había prometido llevarla a los campos de fresa,
seguramente, ya estaba muy harta de promesas.
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