Aquello que por más azúcar que se le ponga sigue siendo amargo,
eres esa despedida que nunca quiero que llegue;
El chiste que nunca entiendo y me rio por no quedar como idiota.
Eres mis matemáticas, una ecuación de esas largas para ser exactos;
Un examen final no te da ni por los tobillos.
Y aún así en comparación a todas las cosas que no me gustan,
me sigues gustando tú.
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