10/nov/2010

Ayer mientras estábamos acostados y abrazados en tu cama,
me preguntaste si te amo?
hubo un silencio y solo me salio de decirte
‘amor?’, como quien dice ‘acaso tu no lo sabes?’
y escondí mi cara entre mis manos
-No es necesario que respondas. Dijiste.
si lo era, pero tenía miedo, así que no lo hice.
Y en cuanto me susurraste al oído,
se erizó mi piel.
-Tu piel te delata. Me dijiste.
Si se trata de ti, mi piel siempre hablará.
Por favor vuelve y pregúntame.
y esta vez te diré -Juan Manuel, sí, te amo,
como te atreves a dudar?

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