se conocieron en la casa de un amigo en común. él, músico perdido en nada, y ella, belleza tropical con dolor en el alma.

la vibra comenzó como un poema sensual, pero mientras recuperaban el aliento,él mencionó una frase de un libro que le cristalizo los ojos y se quemó el capullo. Los próximos paseos de las agujas se consumieron en jazz, películas, enroladera y juegos intensos.

ella vio en sus manos que el quería quedarse en su piel, pero todo se le hacia difícil y mas seria entregarse y bajar las armas. asi que uno lloró y otro calló, se abrió una puerta y al fondo se escucho un fósforo.

No hay comentarios: